(Amílcar Ámbanos)
Según trascendidos que me llegan,
hay quien dice que mis poemas
pecan de intrascendentes.
No lo descarto, es posible que existan
pecados más consistentes
que trasciendan los míos.
Todos cometemos alguna clase de
pecado al escribir, o incluso sin
necesidad de incurrir en la escritura:
Algunos, puede que ni los registremos.
Hay pocos poemas impecables, quienes
no pecan no suelen escribir poemas:
Algo que el público agradece.
Reconozco que no soy muy competitivo
a la hora de pecar, sólo hago lo que puedo:
Descarto que no es suficiente para
trascender como pecador, ni siquiera
como poeta.
Pero mantengo la humildad, y asumo las
críticas como algo natural: Nunca aspiré
a la trascendencia, soy un pecador discreto.
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