(Amílcar Ámbanos)
Como tapar el sol con la mano,
una mano de pintura al agua.
Como la mano del ahogado
haciéndose sombra después
del manotazo último.
Como el agua de la palabra
agua, desbordando la pintura
fresca de segunda mano.
Como ese sol abovedándose
en el cuenco de la mano.
Como esa mano amiga que acude
ante una filtración inesperada.
Como filtrar la información dudosa
mientras se espera el agua, a bordo
de un indencio presuntamente intencional.
Como esos bordes que no vemos
y podríamos no querer ver.
Como los bordes de un ojo mal pintado
o el error solapado por la presbicia del
presbítero.
Como una filtración que compromete
al agua y la condena a ser excomulgada
de por vida.
O como el ojo de la bóveda solar
cuando el arquero sale en falso -de
cara al sol- y queda fuera de juego:
confundido, encandilado y solo
como un sol.
Vencido, recibe la solidaridad de sus
compañeros: Seamos solidarios, el
sol sale para todos y una mala salida
la tiene cualquiera.
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