(Ricardo Mansoler)
En el día de la lectura en voz
alta escribo, en sentido
descendente un poema silencioso.
Un pasatiempo oportuno
en estos tiempos de bullicio
y vértigo.
Si me apuran, diría que todos
mis poemas descienden por
igual, de otros.
No necesito alzar la voz
ni levantar las deudas de los
muertos para ser reconocido:
Me reconozco parte de la cadena
descendiente.
Puedo omitir alguna pausa
en el silencio del poema, y olvidar
alguna idea más ingeniosa, que era
parte del poema que desciende:
Las cosas que le faltan, también
son parte del poema renovable:
Nadie va a poner el grito en el cielo
por las faltas que contenga; es sólo
un poema, sin otra aspiración que
una lectura silenciosa y descendente.
Si fuera a levantar su voz, sería para
decir que todos los poemas aspiran
al silencio.
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