(Aparicio Custom)
Toda actividad sin fines
de lucro es sospechosa.
¿Es excesivo este enunciado?
Sí y no, según el sentido que se quiera
atribuirle y las condiciones subjetivas
y objetivas del actuante.
Los excesos están a la orden del día:
una unidad completa y aceptada
de tiempo que contiene activos y
pasivos.
La normalidad se compone de excesos
bien diversos, pero sólo los permitidos
(El resto es tan sospechoso como el
enriquecimiento ilícito)
Extrayendo lo excesivo, la vida
se reduce a un segmento residual.
II
La actividad normal de un sujeto bien
tramitado, no involucra sólo al lucro:
También incluye una adecuada gestión
de su materia residual, cuya producción
está automatizada: Eliminar los excesos
y dar debido curso a todo lo excedente.
Las actividades sospechosas, suelen ser
fácilmente reconocidas por casi todos:
Salvo los viejos (expresión excesiva de
la vida) todo activo en circulación
se mueve tras el lucro, el beneficio o
el sustento: No hay otra utilidad, fuera
de este circuito, un mecanismo bien
aceitado y que funciona.
Si no fuera así, habría que sospechar:
Es evidente que persigue otros intereses,
y todos los otros son oscuros.
Los intereses son inseparables,
tanto del lucro como de sí mismos.
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