jueves, 30 de noviembre de 2023

El goce de los ciegos

 

(Serafín Cuesta)

 

Por amor al goce

convencí a mis hijos

prematuros y vencidos,

 ya no nazcan.


Por amor al goce

desterré los brotes más sensatos

de este mundo, y los sospechosos

de encubierta sensatez.


Por amor al goce

me anoté en un taller de poesía

para trabajar la métrica:

el resto no hacía falta.


En virtud del goce

encendí inciensos

e hice otras cosas sin sentido

no menos irreproducibles:

 

-es poco lo que merece ser reproducido-


Escribí pancartas secretas

en los tiempos muertos y poemas

opinables o punibles.


Era natural: El goce y el amor

es difícil que coincidan o convivan

o connivan en el tiempo.


No pregunto cuál es más natural

de estos dos verbos, no gozaría 

sabiendo más de lo que sé.



miércoles, 29 de noviembre de 2023

El crecimiento del cielo

 

(Amílcar Ámbanos)

 

El cielo elonga, extiende

sus miembros infinitos, sus pseudópodos

inéditos en emisión continua y tensa

la línea del horizonte

para que podamos separar la realidad

virtual de las otras realidades virtuales.


El cielo contiene todo lo que puede

haber y lo que no, e incluso todo lo

imaginario a lo que puede aspirar

una imaginación bien desarrollada:


No importa que no sea nuestro caso,

hay que salir de este ombligo que ni

siquiera es propio y observar esa unidad

que no parece conocer límites:


El cielo no tiene ombligo; no lo necesita.

Sin embargo nos cobija, vemos su

movimiento errático aunque sabemos

que no se mueve; siempre está en su sitio:


Sólo se mueve su contenido, que es todo.


La visión del cielo es lo que más nos

acerca a la comprensión de la idea de

infinito.


Podemos llamarlo firmamento, o bóveda

celeste, o Paraíso e imaginarlo poblado

de almas errantes, espíritus y dioses

bajo todas las formas posibles que la

imaginación emita, a imagen semejanza.


No sabemos si hay un cielo de los vivos

y otro de los muertos, que tal vez si es

que tenemos suerte, nos espera.


El cielo cambia de expresión a cada

instante, pero confiamos en que es

siempre el mismo.


El cielo elonga, se expande o se contrae

para poder contener todo el vacío existente.


También se ahueca y aboveda de un modo

imperceptible, dispuesto a recibir esa energía

residual vacante que cursan nuestras más

altas aspiraciones antes de colapsar.


martes, 28 de noviembre de 2023

Poema anacrónico en evolución

 

(Ermindo A. Renomé)

 

El poema es algo que debe

ser superado. No podemos

seguir escribiendo los mismos poemas,

aunque sí escribir siempre el mismo:


Eso otorga seguridad y dominio.


Pero el verdadero poeta no se deja

dominar por esa seguridad, un sentimiento

dudoso, y asume el riesgo de nadar en lo

obscuro.


He ahí la aventura, el desafío que podría

conducir a la superación, o no: El único

riesgo es el fracaso; pero ¿Hay algo en

que no hayamos podido fracasar?


Sólo se aprende del fracaso.

Y sólo acumulando fracasos puede avanzarse

hacia la superación: No hay otro camino.


II

El poema es algo que merece ser superado.


¿Por qué?


En principio, por otro poema (no tenemos

todas las respuestas, por eso hacemos poemas)


¿Para qué?


Ésta no es una pregunta feliz. Si uno se detiene

a cuestionar y poner en duda todo, no avanza,

niega la evolución y no hay superación posible.


La voluntad de superación estimula el instinto

de competencia y nos impulsa a salir de la

repetición automática:


Sólo volvemos a escribir para intentar ese poema

que supere a otros, propios y extraños (Sería

extraño que alguien tomara la pluma

con la intención de producir algo inferior

a lo que ya existe)


Y entonces ¿Para qué?


Para elevar la vara. No preguntes para qué, esa

pregunta ya existe y fracasó: Menos averigua

Dios y perdona.


Perdón: ¿Cuánto mide tu vara?


Beneficios del odio productivo

 

(Esther Miño)

 

La circulación de odio

se mantiene a valores aceptables.


La producción no declina,

acompaña el ritmo de los mercados.


Los mercados del odio siempre

supieron reciclarse, reconvertirse

y seguir funcionando.


El odio expresa una forma de energía

que bien aprovechada genera

oportunidades de crecimiento.


El odio es uno de los signos de crecimiento

conocidos: Es tensión, conflicto que resuelve 

en crisis. En la crisis muchos pierden,

pero algunos ganan mucho:


Las crisis son oportunidades


para poner en valor todo el odio obtenido

e incluso los excedentes de producción.


El odio ha logrado cosas que parecían

imposibles, como reciclar gobiernos

fracasados y responsables de deudas 

odiosas.


Sin duda, el odio es el motor que impulsa

a la conquista de nuevas metas: Para

enfrentar al enemigo y doblegarlo, primero

hay que odiarlo lo suficiente. Luego

disfrutaremos su conquista.


En una sociedad que produce su propio odio,

y sabe como gestionarlo para que se reproduzca,

nadie se queda quieto, ni se siente conforme:

Hay una voluntad compartida de crecer e ir

por más.


Conviene inocularlo desde temprano, para

un desarrollo sano y sustentable.


Como ejemplo, una pregunta para estimular

a las infancias:


¿A quién odiás más, a tu papá o a tu mamá?

 

(En caso de familia alternativa habría

que reformular la pregunta)



lunes, 27 de noviembre de 2023

El poema equivocado II

 

(Serafín Cuesta)

 

No canto a lo que se repite.

No sólo que no canto, sino

que repito:


No le canto ni me canso de

repetir.


La Repetición es otra cosa:

Se repite el ritmo, la métrica,

una anáfora, como se repiten

los metabolismos.


Se repite el estribillo (si no

se repite no es estribillo, aunque

el lector es libre de repetir lo que

quiera, deseamos repetir.


La lectura nunca se repite, aunque

volvamos a leer el mismo poema y

éste sea una pura repetición)


La Repetición nunca es pura, es otra

cosa. Hay quien la confunde con

reproducción y reproduce el equívoco

con alguna repercusión; le llaman éxito.



Las palabras siempre engañan.

Del equívoco no sale una canción,

pero puede ser el germen de un poema

equivocado: Hay muchos.


Yo me equivoqué, más de una vez,

pero no me jacto ni ando repitiendo

las virtudes del error no forzado como

ese que cantaba y repetía:



Yo me equivoqué, yo me equivoqué,

y de vendedor de café con fe

alcanzó el éxito para felicidad de su

público (un público dudoso, como todos,

que gozan de la repetición de fórmulas

banales y de fácil reproducción)


Quien encuentra la fórmula del éxito

sólo tiene que repetirla:, para eso son

las fórmulas; y la reproducción es una

de las más seguras.


El poema no ofrece fórmulas seguras

y suele frecuentar repeticiones. Es casi

inevitable. Aunque hay fórmulas para

no repetirse y controlar el deseo de repetir

(un deseo que se repite, como todos)


Es difícil cantar sin repetir y sin desear.

No le canto a lo que se repite:


La Repetición tiene dos caras, como una

moneda; sólo que ninguna es verdadera.

Repito: el poema es una moneda al aire,

no se sabe cómo va a caer.


Sólo los locos o poetas apostarían al canto

en este mundo signado por la memoria de

reproducciones fáciles, seguras y dudosas.



domingo, 26 de noviembre de 2023

Poéticas: El bucle alambicable

 

(Teodoro Losper)

 

El poema alambicable vacilaba

como pez ambidiestro en rodeo

ajeno, su rostro en plena evolución

mutaba entre la espada y la pared.


Algo excedido en peso y en volumen,

la vista gorda en relación al cuerpo

emanaba un regocijo refractario

a la inversión cromática doméstica,

aunque invisible a los ojos.


Ensayaba tonos, seminotas débiles

y fintas más versátiles que verosímiles,

al pasar airoso por la escala de valores

cromosómicos genéricos.


Contenía claroscuros que exhibía como

atractivo, parodiando una profundidad

que no conocía pero sabía como denotar

al pasar de una tonalidad a otra:


Pasaba sin esfuerzo de un rosa viejo

a un marrón platinado o metalizado

para no dar que hablar:


Un poema no puede dar que hablar,

hay sobrados argumentos.


Gozaba reflejando en su sombra efímera

y pastosa, el suave diletar de dos pastores

-que bien podrían ser más-


No emitía sonido consentido

pero merodeaba los bordes del espacio

sonoro, evitando las aristas mal pronunciadas.


A intervalos regulares pero nunca idénticos,

agradecía la efervescencia del público

imaginario compuesto de lectores calificados.


Agradecía repitiendo su frase de cabecera

o más, cargada de futuro y apta para todo

uso, dentro y fuera del poema:


No hay por qué.


sábado, 25 de noviembre de 2023

Sangre y protocolos

 

(Amílcar Ámbanos)

 

¡Seamos consanguíneos,

que lo demás no importa nada!


Dijo el mosquito, bajó en picada

y se fue volando,

con el peso del nuevo vínculo

entrañable ya sellado:


Los lazos de sangre son para

toda la vida.




II

No te hagas malasangre, pensá

en las dificultades que agregás

a la digestión del mosquito hembra:

(a ellas siempre les toca lo peor)


Bastante tiene con tener que digerir

sangre humana.

Sé solidario, más si sos hembra y

conocés la participación sororal.




III

No mates al mosquito merodeador

que aún no te pica: Podría no hacerlo

e incluso no tener la intención. Tal vez

sólo se sintió atraído por tu calor humano:


Emitimos calor, mal que nos pese y somos

seres racionales; más que cualquier otro.


No se debe prejuzgar, y mucho menos

ejecutar una sentencia definitiva, sin pruebas

contundentes o al menos suficientes.


El mosquito no puede defenderse, pensá que

detrás de él, o ella para ser más preciso,

puede haber una familia.



IV

Para que sea justicia, el mosquito debe ser

sorprendido en plena flagrancia. Ese es el

momento de hacer justicia y proceder a su

ejecución en tiempo y forma:


El hecho se produjo, está picando; no importa

el volumen de sangre sustraída o succionada, ni el destino que le asignara 

a ese fluído vital y móvil, ni importa

el móvil. 

La comisión está probada y justifica la

aplicación de la pena máxima.


Distinto es el caso del individuo que reposa

en una pared de nuestra propiedad, con el

abdomen pletórico de sangre: No sabemos

ni tenemos pruebas de que su sangre sea la

nuestra, de un familiar, vecino o de algún

viandante ocasional o prójimo desconocido.

Ni siquiera sabemos si es humana.


Ignoramos cuando ocurrió, en qué términos

y si la relación fue consentida.


Además, no encuadra como legítima defensa

ya que ese cuerpo atiborrado de sangre sin

identificar, no podría volver a picar por un

buen tiempo: Su digestión es de tránsito lento.

Merece el mosquito alguna empatía, 

en el fondo, todo lo que quiere es 

sobrevivir y reproducirse, como vos.



viernes, 24 de noviembre de 2023

El destino nunca fracasa

 

(Serafín Cuesta)

 

Podría haber sido

un buen animal de compañía

y prosperado como tal,


poseía condiciones y recursos

suficientes, pero no sabía

venderme:


No despertaba interés, no lucía

el atractivo suficiente, en lo

profundo:


Un problema de comunicación:

Hay que saber comunicar lo que

se tiene para ofrecer. El resto es

aleatorio.


Podría haber sido un comunicador

y gozar, tal vez de cierto reconocimiento:

Contaba con una voz aceptable; sólo

había que trabajarla, y es posible que

reuniera algunas condiciones.


Pero me comunico mejor con otros

animales.


jueves, 23 de noviembre de 2023

Nuevas causas naturales

 

(Aparicio Custom)

 

Las nuevas causas naturales

ya están disponibles.


Fueron probadas y aprobadas

según los protocolos vigentes

y autorizadas por los organismos

competentes, sin encontrar

resistencia ni oposición en las

altas esferas.


(Las otras no le importan a nadie)


La ciencia debe mirar hacia arriba

y adelante. No hay otra autoridad 

que pueda limitarla:


Sólo la producción de conocimiento

nos eleva como especie inteligente

y socialmente organizada para

producir evolución.


Las Nuevas Causas Naturales

reemplazan y anulan todo lo conocido

hasta ahora.


Ya era hora de otro salto cualitativo.

La transformación no para:


Es ahora y es para siempre.


miércoles, 22 de noviembre de 2023

Lenguajes naturales

 

(Amílcar Ámbanos)

 

La velocidad también se descompone

como un adverbio de tiempo

en el espacio.


Algunos se descomponen más despacio

sin percibir esa velocidad que pasa

de un estado a otro hasta alcanzar el cero.


Es natural no percibir la propia descomposición

sino en forma parcial. Su movimiento uniforme

se incorpora a la experiencia como algo natural.


No hablamos mucho de cosas naturales:

se descomponen, y no sería muy natural,

ya que está implícito que hablar es un

hecho natural:


Es parte de la Naturaleza, de la nuestra,

aunque casi nadie más hable entre los

organismos vivos (es probable que no

tuvieran mucho que decir, y entre ellos

se entienden sin necesidad de repetirlo

en palabras)


II

La descomposición sostiene la continuidad

de la vida y el mundo sensible: Somos parte

del Orden Natural, en un mundo en continua

descomposición.


Aunque no todo se descompone, sólo la

materia orgánica que gracias a ello puede

emitir esta metonimia y producir otras

metáforas: artificios de la Naturaleza.


No hablamos de cosas naturales, no es necesario

para entendernos: tenemos bastante con nuestras

propias necesidades, más o menos naturales

y el tiempo apremia. Nadie quiere demorarse.


La velocidad se descompone siempre en presente,

como cualquier adverbio de tiempo vigente

y todas las otras palabras en curso.


Aunque no percibimos el movimiento íntimo

ni acusamos el ritmo de la propia descomposición

en desarrollo.



III

Ahora vamos a escuchar una canción.


No importa que no la hayas pedido, ni elegido;

Vos nos elegiste para que elijamos por vos.

En todo ésto estabas vos, y estás aunque no

lo hayas advertido ni percibido: No podemos

percibirlo todo.


No importa cuando lo leas, ni a qué velocidad.

El poema está diseñado para adaptarse a las

distintas velocidades de descomposición disponibles

y asumir la propia en forma responsable:


La propiedad nos hace más humanos

hasta alcanzar el punto justo y obtener

la descomposición: una de las funciones

más justas del Orden Natural.


La velocidad se descompone

a una velocidad.


Uvas maduras

 

(Serafín Cuesta)

 

El tumulto de la urbe

puede alterar la vida útil

de la vid.


El hervidero de cuerpos

que se hacinan y pululan

buscando su carroña puede

afectar el desarrollo sano

de la uva.


El incremento de zonas urbanizadas

precipita el cambio climático. El

planeta se defiende calentándose;

como otros cuerpos, genera anticuerpos

y levanta fiebre.


No se sabe hasta donde llegará, las

uvas no son las mismas pero aún

prosperan y se espera que maduren

en tiempo y forma:


Hay que esperar y mantener la calma.


Cada segundo nacen cuatro de los

nuestros y mueren dos. Si logramos

mantener el ritmo, pronto seremos

mayoría.


Los tumultuosos, agitadores que medran

con el caos, sectores marginales y otros

inadaptados, parecen tener los días contados.


El desarrollo sustentable no puede detenerse.

Nuestras bodegas acumulan suficiente stock

para que todos podamos celebrar, en su

momento (según cada capacidad adquisitiva)


El planeta podrá recalentarse hasta cierto

punto y seguir haciendo de las suyas. Sabemos

que desde hace millones de años, siempre hubo

catástrofes naturales.


Pero siempre que llovió paró, y todo indica,

según las tendencias registradas y a disposición

de todo el mundo, que el mundo será privatizado:


Algo que siempre funcionó.


(Ya casi está, lo estamos haciendo juntos)


martes, 21 de noviembre de 2023

Estados de la carne

 

(Tomás Mercante) 


-Hay una carne en mal estado en

la heladera, Carlos.


-Sí, otra vez me vendieron carne

podrida.


-¿Y para qué la guardás?


-No sé, no es fácil deshacerse de

la carne, uno no es de madera.

Le quería dar una oportunidad.


-No me jodas, Carlos. Sé que sos una

persona sensible, pero la carne es carne

y nunca vuelve a su estado anterior.


-Es cierto, pero alguien sensible

nunca deja de pensar en la carne con

empatía; ella nos hace sensibles. Cualquier

persona sensata sabe que detrás de toda

carne hay una vida, una historia de vida

parecida a la nuestra.


-Pero te la ibas a comer…


-Sí, ¿qué iba a hacer? Para eso la traje,

somos carne, y la carne pide carne. No

podemos ir contra la naturaleza, pero eso

no significa una falta de empatía.


-Está bien, pero ya no sirve para comer

¿Qué vas a esperar?


-Yo no espero nada de la carne, se descompone

y está en su derecho; no es su culpa ni la mía.

Comeré otra cosa ¿Qué puedo hacer?


-Tirarla, y estar atento para no comprar carne

podrida. Si no la tirás, te va a contaminar todo

en la heladera.


-Está casi vacía, no hay problema. Uno no puede

estar atento a todo, nadie puede. Además, esta

heladera es mía y puedo usarla como quiera.


-Sí, claro, aunque no es muy sano, Carlos...


-¿Quién es sano, Teresa? ¿Conocés a alguno?

Todos guardamos algo podrido en alguna parte.


lunes, 20 de noviembre de 2023

El goce productivo

 

(Aparicio Custom)

 

El goce improductivo

tiene sus detractores,

yo también.


No necesito conocerlos:

Para tener, no hace falta conocer

ni saber lo que se tiene.


Tener es un verbo ambiguo,

como todos, y casi todas las

palabras.


Depende del valor: hay atributos,

propiedades y deseos, tanto

positivos como negativos.


Un pensamiento negativo

puede producir algo interesante,

no sólo en lo poético:


Tendrá detractores, que sólo verán

lo negativo, pero es innegable que

la condición esencial del pensamiento

crítico, es el signo negativo.


Lo negativo es parte de la realidad,

del Orden Natural y del Universo

que habitamos.


¿Es oscuro lo negativo?



II

El oscurantismo también ha dejado

su aporte histórico a la cultura,

aunque tenga sus detractores.


Todos tenemos un costado oscuro,

para no generalizar:


El Universo es 68 % energía

y 32 % materia (el 85 % desconocida,

es decir oscura)


De ese 15 % conocido, un 4,9 son los

átomos que conocemos y nos constituyen

(los tendríamos aunque no lo supiéramos)

y el resto son neutrinos, de los que poco

y nada se sabe.


Con la energía de esos átomos, vivimos.

El resto es energía oscura.


No es poco este conocimiento, ningún

otro animal lo posee. Y sin embargo,

pareciera que gozan, a su modo, todo

aquello que puede gozar un animal

genérico que, a diferencia nuestra, no

producen mucho ni aprovechan en forma

adecuada sus recursos.


III

Tendrán sus detractores, enemigos, predadores,

como todo el mundo, o casi: nosotros no

tenemos predadores, ya los vencimos y los

aniquilamos. Ahora gozamos esta condición,

tal vez única que expresa una superioridad

bien ganada y sería suficiente motivo de orgullo.


Pero siempre hay detractores. Ellos también

tienen sus formas de acceder al goce; están en

su derecho. Sabemos que el goce es funcional

a la vida: Casi todas las funciones vitales que

conocemos se vinculan al goce, más allá de los

detractores de este enunciado.


La producción de goce podría ser controlada

por quienes gozan de autoridad legítima, pero

no evitarse ni prohibirse: Conocemos límites.


El goce improductivo tiene sus detractores,

como todos. Sabemos que todos los goces

humanos son banales e inútiles, pero tampoco

hay que caer en el goce de la crítica.


Del goce improductivo no podemos decir

mucho más, es poco lo que sabemos.


El otro podría ser más útil, es probable,

pero no lo conocemos. Aunque descontamos

que tendrá sus detractores.



sábado, 18 de noviembre de 2023

Otra prueba de la existencia de Dios

 

(Ermindo A. Renomé)

 

Escupe para arriba,

yo lo hice:


acostado en la tierra

boca arriba bajo un

cielo despejado,

escupí para arriba

para llegar a Dios,


y funcionó:


No tardó mucho en responderme,

con la misma moneda -sólo que

Divina-


Sentí vibrar mi alma en comunión

con esa emanación Divina, más

pura que cualquier marca de agua

bendita.


Él está ahí arriba, osanando.

No se vé, pero nos ve y

nos oye y nos puede escupir a

Voluntad:


Yo lo probé y se disiparon mis

dudas. Es más, como no creo mucho

en la razón empírica, repetí la prueba

para descartar la participación del azar:


El resultado se repitió, confirmando

la evidencia verificada.


Puede haber otras formas

de comunicación, no lo descarto.


Pero ésta funcionó y es suficiente

prueba. Cualquiera puede hacerlo,

sólo hay que asegurarse un cielo

despejado y la ausencia de viento:


Éste podría desviar el escupitajo

sagrado hacia alguien que no lo

mereciera.


Debemos evitar todo desvío

de la Fe verdadera.


 



viernes, 17 de noviembre de 2023

Se dispara la mora

 

(Horacio Ruminal)

 

Según datos recogidos

por organismos internacionales

competentes y autorizados,

la deuda global ha crecido

a niveles históricos, alcanzando

una marca sin precedentes.


Una realidad preocupante, compleja

y sin solución en el corto y mediano

plazo.


¿Somos morosos incobrables?


Nos reconocemos en bancarrota,

pero nos seguimos endeudando…


¿Cómo vamos a hacer para pagarle

al mundo, o al menos licuar el pasivo?

 

¿Seremos capaces de dejar a las generaciones

venideras las deudas que merezcan?


¿O estamos orbiculando a un círculo vicioso?


jueves, 16 de noviembre de 2023

Ritmos binarios, ternarios y disidencias

 

(Aparicio Custom)

 

El ritmo se divide: 

Hay dos clases de ritmos:

Los conocidos y los otros, tan raros

como ajenos.


Entre los conocidos, hay dos clases:

binarios, ternarios y cuaternarios

(una derivación de los primeros, que

se obtiene por división)


Uno de los más populares en estas

pampas, es el seis por ocho, un ritmo

ternario y bastante complejo:


(No es para cualquiera; no siempre lo

popular es simple)


En él abreva una buena parte de nuestra

tradición musical o música autóctona,

llamada folklore:  término tomado de una

lengua ajena.


Chacareras, zambas y cuecas sin ir más

lejos, responden a esa fórmula.


¿Música nativa?

No, tampoco: es el producto del entramado

de culturas concurrentes, algo bastante

complejo pero sin contradicción con la

tradición   (Nuestras tradiciones son pródigas

en contradicciones)


II

El origen de este ritmo sería africano, una

cultura que estaba más adelantada que otras

en cuestiones rítmicas (lo que no impidió

que fueran esclavizados)


El ritmo de la Historia suele ser ajeno

a ciertos desarrollos de la actividad humana

que no están directamente vinculados a la

utilidad:


Mientras unos cultivaban el desarrollo de la

función rítmica, otros apostaban al desarrollo

en la producción de armas.


Hay distintas clases de armas.

Para armar un ritmo, simple o compuesto,

hay que establecer las pautas y luego observar

el patrón rítmico:


Él sólo exige respeto y obediencia;

es la base de todo. Después, es cuestión

de incorporar la melodía y cada uno será libre

de armar su armonía, siguiendo el ritmo

como se sigue al Amo.


Ama tu ritmo, es fácil: el ritmo siempre se

repite, como el rezo y la oración.


A Dios no le importa el ritmo con que ores,

siempre que la oración esté bien armada:

 

Arma tu ritmo.


miércoles, 15 de noviembre de 2023

El sueño de los justos

 

(Serafín Cuesta)

 

Quienes sueñan con la justicia

tendrían mayores posibilidades

de acceder a algún sueño justo,


según el CAEDPO (Centro de

Altos Estudios para el Desarrollo

de la Producción Onírica)


No significa que haya que precipìtarse

en la ilusión: La justicia es un concepto

complejo, cuyo contenido es objeto de

estudio de la Ética, una disciplina de la

Filosofía que algunos intentaron profundizar

en otros tiempos, pero luego no ha sido

desarrollada y hoy se encuentra estancada,

por falta de interés.


Se sabe que el valor de la justicia

es siempre relativo, tal como todos los

valores que cultivamos e intercambiamos,

fuera del sueño.


Se asocia a la justicia con términos como

equidad, equilibrio y equivalentes, pero a

ciencia cierta no sabemos qué significa, ni

contamos con una definición precisa o

satisfactoria. Tal vez no nos sea necesaria.


Lo único cierto, y fuera de toda duda,

es que es una buena aspiración.

Y tan sospechosa como las otras.


martes, 14 de noviembre de 2023

Nocturno ecuestre

 

(Asensio Escalante)

 

Esta noche desciendo

del cobayo, y viceversa.


Escribió el rapsoda repetidor

en busca de la originalidad perdida

al descender: primero como parodia

y luego como amante impar de la

tragedia que cabalga al cobayo.


¿Quién oyó? ¿Quién oyera lo que

yo?


Se preguntaba entre las voces

que habitaban un delirio tan ajeno

como el canto del cobayo cimarrón.


¿Overo o bayo? Dudaban en el campo

popular ¿era un simple cobayo de monte?


No sabe, no contesta: El cobayo no monta

escoba pero tiene actividad nocturna, como

cualquier bruja, y alguna que otra polución

soluble, cuando puede. Nada que pueda

detectarse a simple vista de mamífero.


El cobayo apura el paso, sobre la rueda

que gira y gira en vano, en un sentido u

otro:


Sabe que no avanza, ningún mamífero

es tan tonto. No se ilusiona, pero consume

esa energía y se ahorra el trabajo de pensar

en sublimar, como un amante impar que no

es correspondido.


Esta noche desciendo del cobayo, 

desciendo y viceversa.


Soledad animal

 

(Nicasio Uranio)

 

Nadie está solo porque quiere

¿Paso y quiero?


De la observación de distintas

especies animales, surge que alternan

su tiempo entre actividades solitarias

y comunitarias.


Dentro de cada una, algunos individuos

se muestran más activos que otros. Pero

todos son sociales, en distintas condiciones.

Aunque ninguno tanto como nosotros:


Hay que destacar que los animales no

conocen demasiadas actividades. Las que

los ocupan están mayormente vinculadas

a necesidades biológicas: metabolismo y

reproducción.


(Son muy pocos los que se reproducen solos,

sin involucrar a nadie, en soledad)


Fuera de esas demandas naturales, los

animales suelen invertir bastante tiempo

en el ocio y el juego. Algunos cantan, lo

que no es muy distinto.


Pero no conocen los cantos al trabajo, si

bien hay especies socialmente organizadas

y laboriosas que practican, incluso, la

división del trabajo:


Su evolución luce estancada, por no haber

podido desarrollar el sentido de propiedad,

conquista indispensable para acceder a la

acumulación primaria: condición necesaria

para producir el salto cualitativo que expresa

y determina la evolución.


Ellos saben estar solos cuando les place,

y buscar compañía si lo desean. Pero sus

deseos son primarios, como sus goces

banales y a veces toman malas decisiones.


No conocen el valor de su trabajo

porque carecen de valores. Su organización

social y productiva, les sirve para sostenerse

y conservarse nada más: No saben invertir

ni agregar valor.


Nuestros consejos y asesoramiento no les

sirve de nada. Los animales están solos, y

no podemos hacer mucho, más allá de la

empatía que puedan generarnos:


Ellos no generan demasiado, no parecen

progresar ni desearlo. Viven así, sin metas

ni ambiciones y abandonarían este mundo

tal como lo encontraron, si no fuera por

nosotros que aspiramos a otra cosa.


Son incapaces de amortizar siquiera

el costo de la vida.



lunes, 13 de noviembre de 2023

¡A brillar!

 

(Epifanio Webber)

 

Científicos introdujeron ADN

de medusa en peces carpa.


¿El resultado?

Se volvieron brillantes y fluorescentes.


El desarrollo de la ciencia y la tecnología

disponible permiten introducir cualquier

cosa en cualquier parte de cualquier otra

cosa o sujeto, y penetrar en todos los

misterios conocidos de la vida, arrojando

luz propia.


Gracias a la producción de conocimiento

todos podremos ser seres de luz, y

acceder a nuestro destino luminoso,

que es inexorable:


Somos cada vez más incomparables,

pero vamos por más.


¡Brillemos sin reparo ni mesura,

la luz también nos pertenece!


domingo, 12 de noviembre de 2023

Poema periférico

 

(Nicasio Uranio)

 

El caudal de realidad circundante

excede todo lo que puede esperar

una pera acéfala antes de aparearse.


Una pera sola y soberana, es ajena

a los nuevos vientos inesperados

que se avecinan y volverán a soplar.


No sabe cuando un viento es nuevo,

no distingue la realidad de lo falso:

un soplo, de un soplido.


No diferencia mucho, ni sabe lo que

es soplar y hacer botellas. Podemos

dar por hecho que no sabe.


Ante un embotellamiento de peras

la pera sólo espera, hacinada en su

sabor, acéfalo y tan propio como un

yo.


¿Qué esperabas?


No se puede esperar mucho de un

poema, menos de uno de peras,

totalmente periférico:


Mejor saborear esta pera

madura sin apuro.


sábado, 11 de noviembre de 2023

El optimismo al poder

 

(Aparicio Custom)

 

El pesimismo conduce

a la debilidad, el optimismo

al poder.


No alcanza con saberlo

y practicarlo; debemos

ser mesurados:


El ejercicio del poder

corrompe y debilita, los principios

y valores debilitados por el poder

(o su ejercicio inapropiado)


pueden sumirnos en el pesimismo

y conducir a una debilidad tan

indeseable como irreversible:


Los débiles no tienen motivos

para el optimismo.


Un débil nativo o por opción,

es naturalmente propenso al

pesimismo y la disipasión:


No se apasiona (a lo sumo puede

cultivar pasiones débiles y dudosas,

inclinándose hacia las bajas)


Luego, un débil no aprovecha nunca

sus oportunidades y se percibe

víctima de su propio fracaso.


Se debe profesar el optimismo, sí.

Pero con moderación:


El optimismo descontrolado es

inconducente; sólo produce endorfinas

con un destino incierto.


No hay que encandilarse con el poder,

que seduce, pero también corrompe y

debilita los espíritus mejor tramitados,

sin una gestión adecuada e inteligente.


Los inteligentes suelen no ser muy

optimistas. Saben que el optimismo

sano es el que se funda sobre bases

sólidas y argumentos sustentables:


No los conocemos aún, pero somos

optimistas.


viernes, 10 de noviembre de 2023

Lo quintaesencial en la función poética

 

(William Arsenio Pereira)

 

-Mirá, Teresa, un poema en sánscrito,

una de las lenguas más antiguas.


-¿Quién lo escribió?


-Autor anónimo. En esos tiempos, la

mayoría de los autores eran anónimos.

Había pocos, y nadie pensaba en la

trascendencia, la posteridad ni los

derechos de autor.


-Me imagino ¿y dice la fecha?


-No, ni sé si en esa época se usaba. Gracias

que podían escribir algún poema como éste.


-¿De dónde lo sacaste?


-Bueno, en realidad lo escribí yo…


-¿Y desde cuándo sabés sánscrito, vos?


-No, no entendiste. Vos sabés que no sé, pero

nadie lo sabe ni tiene por qué saberlo. No

importa eso: Acá nadie sabe sánscrito, que yo

sepa; no lo pueden advertir. ¿Se entiende?


-Está bien, pero tampoco lo van a entender…


-¿Y quién dijo que los poemas son para entender?

Eso es lo más interesante, Teresa. No se puede

entender todo, y mucho menos en un poema:

Hay que sentir, entregarse a las sensaciones que

provoca el poema y gozar; ese es el sentido.

No se trata de entender, no hace falta. Eso es

cosa de otra época.


-¿Y qué dice el poema?


-No sé, está en sánscrito. Sólo me falta corregirlo.


miércoles, 8 de noviembre de 2023

No es momento para pasar

 

(Periferio Gómara)

 

No es momento para decir estas

palabras. Podría escribirlas en

otro momento:


Ahora no, hay otras prioridades

que atender, hay un orden.


Tendría que atender a mis invitados,

pero no vinieron. No soy muy dado

a invitar, para no recibir invitaciones.


No es momento para dar ni recibir.

Se pierde mucho tiempo en comercios

vanos, un tráfico inútil que no suele

agregar casi nada y puede restar más.


Es más, podría agregar, aunque no es

momento para agregar: hay otras

prioridades si uno pretende atender

el cultivo de las virtudes útiles.


Están pasando muchas cosas. Hay un

tráfico de cosas y hechos inevitables

que están pasando ahora.


Es tan inevitable este tráfico

como inútil pensar en ello y

ponerlo en palabras:


Estamos rodeados de imágenes terribles

que valen mucho más que palabras.


No es momento para pensar en palabras,

olvidémonos de ellas y pensemos en otra 

cosa. 



 

 


El sueño, otra trampa de ellos

 

(Olvido de la Fuente)

 

Necesitaba un baño urgente,

sentía que iba a explotar si no

orinaba.


En la desesperación, entré al

baño equivocado: Salí como

había entrado, aunque más

desesperado.


Por fin llegué, y frente al mingitorio

bajé el cierre de la bragueta, con el

último suspiro y metí la mano

buscando al amigo.


Algo no funcionó, no lo encontraba.

La desesperación se disparó: Sabía

que tenía que estar ahi, pero se hacía

desear; algo raro en un miembro.


Hundí más la mano, en un impulso

ciego: Te voy a agarrar aunque sea lo

último que haga en esta puta vida…


Pero fue en vano

¿Cómo podía desaparecer así, sin dar

señales?


Al retirar la mano vacía, ya al borde

del colapso, de pronto algo cambió.

Abrí los ojos y recuperé la conciencia:


Estaba soñando un cuerpo masculino,

era un hombre hecho y derecho que

buscaba su cosa…


No iba a encontrar ese miembro

en mi cuerpo de hembra. Voy al

baño, decidí; pero ya era tarde…



II

No hay que abandonarse al sueño,

no se puede confiar en ellos.


Los psicólogos soviéticos, marxistas y

materialistas, los describían como

actividad desorganizada de la mente.


Hay otras teorías y escuelas, pero lo

cierto es que cuando no dormimos,

toda la actividad consciente está

organizada por mandatos ideológicos:


Somos pura ideología. No podemos

evitar que se filtre y contamine nuestra

actividad inconsciente:


Yo nunca tuve conflicto con mi cuerpo,

sus prestaciones, sexo, género y demás.

Nunca necesité un pene; si lo deseara,

sé como conseguirlo y hacerlo funcionar.


No hay que confiar en el inconsciente:

No es mucho más confiable que la conciencia

de clase y otras clases de conciencia.


No dejes que el falocentrismo penetre

las zonas íntimas de tu patrimonio onírico

y de tu nicho ontológico:


En torno al falo giran falacias

de todo tipo y calibre.


Seamos libres, que lo demás no importa nada!

Que cada cual pueda soñar lo que desee.


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