(Periferio Gómara)
No es momento para decir estas
palabras. Podría escribirlas en
otro momento:
Ahora no, hay otras prioridades
que atender, hay un orden.
Tendría que atender a mis invitados,
pero no vinieron. No soy muy dado
a invitar, para no recibir invitaciones.
No es momento para dar ni recibir.
Se pierde mucho tiempo en comercios
vanos, un tráfico inútil que no suele
agregar casi nada y puede restar más.
Es más, podría agregar, aunque no es
momento para agregar: hay otras
prioridades si uno pretende atender
el cultivo de las virtudes útiles.
Están pasando muchas cosas. Hay un
tráfico de cosas y hechos inevitables
que están pasando ahora.
Es tan inevitable este tráfico
como inútil pensar en ello y
ponerlo en palabras:
Estamos rodeados de imágenes terribles
que valen mucho más que palabras.
No es momento para pensar en palabras,
olvidémonos de ellas y pensemos en otra
cosa.
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