(Amílcar Ámbanos)
Todos los cuerpos descendemos,
porque esa es la ley primera:
Desde que el mundo es mundo
y se habilitó el descenso.
¿Todos los cuerpos proceden de
otros cuerpos?
La segunda:
No hace falta cobrar conciencia
para descender con éxito
y dejar descendencia.
Los mandatos biológicos, tanto los
naturales como los sobrenaturales,
son anteriores a la conciencia.
Tercera y última:
La conciencia no es indispensable
para pensar, ni para descender.
Y todo cuerpo procedente, o no,
puede ser tercerizado, sea
en beneficio propio o de terceros
No hay comentarios:
Publicar un comentario