(Emeterio Askman)
Un ave desconocida se posó
en mi ventana.
Parecía no tener futuro, pero
hablaba (no son condiciones
incompatibles)
-No me busques en tu navegador,
no me vas a encontrar ahí, ni en
otra parte, no estoy clasificado ni
pertenezco a un orden específico.
-Mal hecho, hay que pertenecer, le
aconsejé. ¿Te sentís un bicho raro?
-No, apenas un animal anómalo. Soy
carnívoro como vos, pero sólo como
animales extintos.
-Es complicado, eso…
-Sí, pero no tanto, gracias a ustedes
siempre aparece una oportunidad, todos
los días se extingue alguno.
-Entonces tienen futuro ¿Cuántos son?
-No sabemos, mejor dicho, no sé; yo
ando bastante solo.
-Entonces sí que no tenés futuro ¿Cómo
pensás reproducirte?
-No me preocupa eso, la naturaleza siempre
se las arregla para reproducir todo, hasta lo
peor.
-Sí, pero tampoco se puede dejar librado el
futuro al azar del Orden Natural…
-¿Qué futuro? El mío está asociado a ustedes,
que trabajan a conciencia por la extinción.
Somos pocos los que apreciamos lo que hacen,
y muy pocos los que los necesitamos. Pero
algún día ésto se acabará… ¿Qué haremos sin
ustedes?
-¿Cuántos son?
-No sé, sólo hablo por mi.
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