(Tomás Lovano)
Este poema es parte de otro
más extenso, que se perdió.
Siempre se puede rescatar
algo de lo que se pierde,
en el peor de los casos la
experiencia de la pérdida.
No es poco: el mundo está
lleno de objetos y sujetos
que se pierden.
Entre nosotros, los perdedores
siempre fueron mayoría.
La experiencia ha de tener su valor,
con el tiempo será reconocido, es
de esperar.
Todo valor es parte de otro, lo que
conforma un volumen creciente
de experiencia acumulada,
de diverso valor, que se agrega
en función del tiempo.
El tiempo es una variable
que admite distintos valores
y permite establecer el volumen
de la pérdida y la ganancia.
Sabemos que la pérdida es tan
irremisible como inexorable:
No es poco.
Casi siempre se rescata algo
de lo que se pierde.
II
Este poema es parte de otro,
de mayor volumen que se perdió.
Es natural que se pierdan los poemas:
En la naturaleza, nada se pierde del
todo; siempre se aprovecha algo
para convertirlo en algo.
Pero los poemas no son parte del
Orden Natural, sino objeto de la
producción artificial, algo propio
y exclusivo de nosotros.
La experiencia acumulada, esencial
como recurso evolutivo, nos instruye
sobre el valor del crecimiento, de la
agregación y de la utilidad de la
reducción:
Reduciendo costos, aumentan las ganancias.
Este poema es parte de otro que se perdió:
La experiencia obtenida, indica que éste
también podría perderse:
No habría mucho que lamentar.
Lo seguro, es que al ser de menor volumen,
será también menor el volumen de la
pérdida: algo prácticamente descartable.
(Si hubiera tenido esta experiencia, podría
haber evitado aquel poema tan voluminoso
que se perdió, al que éste pertenece)
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