(Abel A. Borda)
Flaqueaba por uno de mis flancos;
ha de ser mi lado flaco:
Todos tenemos uno, aunque pocos
lo reconocen; es preferible ocultarlo.
No es bien visto mostrar las propias
flaquezas a terceros. Ellos tendrán
las suyas, también, pero se guardan
de exhibirlas:
Compartimos que no todo se puede
compartir: Cada uno debe hacerse
cargo de sus debilidades, sin hacer
ostentación.
Nadie espera nada de los débiles,
se los tolera mientras no molesten
ni alteren el orden, pueden circular
como todo el mundo.
Todo el mundo tiene su lado flaco,
no es para enorgullecerse. Hay que
saber convivir con eso y mantener
la dignidad.
Yo observé que vacilaba y ofrecía
un flanco débil, pero por suerte ya
pasó y nadie lo notó:
estaba solo y lo corregí.
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