(Tomás Lovano)
No despotriques porque sí,
no despotriques sin saber,
sin conocer todos los pliegues
de la realidad.
Todos tenemos derecho a despotricar
sobre todo, pero nadie nace sabiendo
ni conociendo sus derechos.
Es fácil despotricar sin saber, más
difícil es nacer despotricando:
Hay que aprender a controlar esfínteres
primero.
Después, para despotricar todos somos
mandados a hacer. Pero primero hay
que hacer los mandados: no despotriques
contra los mandados, alguien tiene que
hacerlos (Si todos nos dedicáramos a
despotricar, nadie haría nada)
Si es por despotricar, cualquiera despotrica
con todo derecho: Tiene razón.
No hace falta tener razón, ni buscar más
argumentos. Siempre hay motivos para
despotricar, no hay que buscar mucho.
Para el caso, despotricar con o sin razón
es lo mismo: Uno se saca las ganas y
nadie va a entrar en razón por oír despotricar
a otro, a sí mismo o a un tercero.
Yo me solidarizo con todos, no importa lo
despotricado, nos puede pasar a todos:
Al menos está gozando de su derecho.
Hasta me solidarizo con los que levantan
su voz contra de los que despotrican:
Están ejerciendo su derecho al goce
y a la libertad de expresión:
Es feo despotricar contra los derechos
del otro.
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