(Florencio Cusenier)
-Dicen que Ud. le compuso una balada
a un jugador…
-Sí, es una balada baladí, sin mayores
pretensiones.
-Supongo que es un reconocimiento a
nuestra selección, por tantas alegrías.
-Sí, en parte.
-Claro, todo jugador es una parte, lo
importante es el equipo, que tiren todos
para el mismo lado más allá de las figuras.
¿Y a qué jugador?
-A Dybala.
-Pero ese no estaba en el equipo…
-Precisamente, ahora no, pero supo estar
en otras ocasiones y creo que su ausencia
se sintió.
-¡Oiga, salieron campeones! ¿Qué más
se les puede pedir?
-No hay que aturdirse con el éxito, es un
accidente. Dybala le hubiera dado otro
volumen de juego. No hay que contentarse
con los resultados; hay otras formas de ganar.
-Bueno, acepto pero no comparto. Creo que
los que estuvieron cumplieron un buen papel
y se coronaron con justicia.
-Puede ser, no entiendo mucho de justicia.
-¿Y por qué recaló en Dybala, hay otros que
también quedaron afuera…
-Dybala es un jugador distinto.
-Sin embargo, su reconocimiento se traduce
en una balada baladí ¿No merecía más?
-No sé, no creo mucho en los merecimientos.
Si fuera por eso, todos mereceríamos otra cosa
tal vez. Yo pensé en Dybala e hice una balada
baladí, me salió así, aunque merezca algo mejor.
Nadie sabe lo que podría llegar a merecer...
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