(Emeterio Askman)
El que no repara
repite.
El que no repara
repite, vale repetir:
El que no para
a reparar
seguirá repitiendo
sin parar
en forma sucesiva
amparado en el éxito
de la repetición conocida
que evoluciona sin respiro
y lo hace circular así, sin
reparar:
No sabe, ni necesita parar
porque no sabe: nunca reparó
en que necesita parar a reparar
para no repetir:
Acaso no lo necesite, pero
no sabe: Sólo sabe repetir,
funciona a repetición, descontando
que así es como funciona todo y
se repite: Ésto funciona.
El éxito no se cuestiona
ni se negocia, sólo se repite:
No hay nada que negociar:
La repetición es el mejor negocio
si no el único probado y aceptado
con éxito.
No espera nada fuera de su círculo
virtuoso en plena evolución, seguro
y cada vez más previsible, idéntico
a sí mismo y cerrado por seguridad.
No espera nada más que eso,
sólo espera que todo se repita
como lo hizo siempre:
como la misma Historia que lo
reproduce.
No necesita parar a reparar,
a reponer o a comparar.
No se necesita: las necesidades
siempre se repiten, funcionan a
repetición; es lo que se espera.
El que no repara
repite:
No sabe que el éxito de la
repetición es irreparable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario