(Eleuterio York)
Éste puede que sea mi mejor momento,
pensaba hace un momento.
Iba a escribirlo para registrarlo, pero la
mano no me respondió: Todo en mi
se concentraba en el goce de ese momento
único, que podía ser el mejor.
Ahora que pasó, lo escribo en pasado,
con un desdén no desprovisto de nostalgia:
Todo lo bueno es fugaz.
No lo podía dejar pasar: Si hubiera sido
otro lo habría visto pasar sin pasión
como ahora al escribir pasión.
Al escribir, cursamos distintos estados
emotivos, completando el paso de una
línea a otra para que todo descienda y
cobre un cuerpo como éste:
Cada línea refleja un segmento
de tiempo que pasó, con una intensidad
mayor o menor según la emoción
emitida entre un momento y otro.
El rango de emociones humanas
es bastante amplio:
Desde el desdén hasta el hastío
hay un mundo de opciones
y pasiones consumándose
sólo para que podamos consumir
el mundo, una parte, un segmento.
¿Cuál habrá sido ahora mi mejor
momento?
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