(Periferio Gómara)
Una distopía atípica
atravesó mi poema de diseño
contenidista, hasta entonces,
un poema analógico genérico.
Quedé perplejo, al cabo de
una asociación ilícita como
tantas otras.
La vida es continuo desafío
mientras dura, y cuanto más
dura, más vacilante torna
el cuerpo y la escritura.
Los contenidos van y vienen
y perimen: es la forma lo que
importa.
¿A quién le importa lo que
contenga un cuerpo o un poema?
Es su forma lo que atrae:
Somos formas que huyen de lo
grave, buscando distraernos
de secuencias previstas.
¿Cuánto hace que no visitas
a tu dentista?
El verdadero poema no responde
a nada, ni a sí mismo, pero puede
preguntarlo todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario