(Eleuterio York)
Ayer vi una mariposa de agua.
No sabía si cazarla o pescarla:
Ante la duda, no hice nada
y ella siguió nadando como si
nada, indiferente a la presencia
de mi duda auténtica.
Son bastante apreciadas las mariposas;
ésta sobresale por ser la única especie
que domina el estilo mariposa en toda
el agua.
Es casi un arte, nosotros intentamos
imitarlas con resultados penosos:
No somos tan efímeros como ellas
pero sí mucho más torpes. Una vez
probé y me cansé a los pocos pasos:
Somos pocos los que nadamos mariposa,
aunque sea al pasar, pero nunca como
este anfibio, conocido como mariposa
de agua.
No muchos las conocen, sus movimientos
son cautivantes dentro y fuera del agua:
armonía pura, que fluye y sobrenada
la belleza natural de la condición binaria
del anfibio.
Algunos dicen que son falsas, un artificio
diseñado para atrapar y entretener imbéciles.
Afirman que la mampostería del mundo
contiene tecnología suficiente para engañarnos
y que los imbéciles son dados a extasiarse
con cualquier cosa.
Yo mucho no creo: la ví nadar y quedé
anonadado, la brazada de sus alas
no parece de este mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario