(Wilmar Bordenave)
Recuperé la fe perdida,
costó, pero siempre supe
que lo conseguiría:
Creo en la reincidencia
y nunca decaí. Ya otras veces
me pasó y me encontré perdido
hasta recuperarla.
Es casi la misma, aunque no igual:
siempre algo se pierde con el tiempo
y la falta de uso, pero una vez
retomado el camino de la fe, todo se
olvida:
La vida es un camino, a lo largo
del cual vamos perdiendo atributos,
capacidades y virtudes (la virtud es lo
primero que se pierde)
Pero al amparo de la fe, seguimos
caminando a la espera de recuperar
algo de lo perdido:
Yo, al menos recuperé la fe: Esta vez
la había perdido en una apuesta; me
tenía tanta fe que aposté todo y perdí:
Hasta la fe perdí, y ya no tenía más
nada que perder y no podía seguir
apostando.
Por suerte ya la recuperé.
Siempre creí que iba a poder lograrlo
y acá estamos: con toda la fe, o casi.
No es igual, pero es casi la misma.
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