lunes, 13 de enero de 2025

Contribución a la crítica del pensamiento crítico

 

(Dudamel Rambler)

 

Para hablar de pensamiento propio

con propiedad, hay que sacarse la

dentadura postiza y encontrar la

forma de pronunciar la ese y la efe

con los recursos propios.


La pe de propio se mantiene idéntica,

no necesita dientes ni prótesis, al igual

que la be labial.


Luego, propiedades y dientes tienen

una vida útil, como el copropietario

de un pensamiento como éste.


O como ese, como ése

del que habla sin pensar,

confiando en lo que pensaron otros.


Apropiarse es moneda común, está

permitido y es sencillo: se traga sin

masticar y puede repetirse indefinidamente.


¿Qué define al pensamiento propio?


Podría decir, lo mismo que a la propiedad,

pero no estoy seguro:


Para hablar con propiedad hay que estar

seguro, aunque lo expresado

no nos pertenezca:


La seguridad genera confianza

en propios y extraños y alimenta

la confianza en las propiedades

de la apropiación.


La producción de pensamiento propio

no se le niega a nadie, pero es un hábito

que se ha perdido: Ya no existe la figura

del librepensador de antaño.


Hay rubros de la producción que se han

discontinuado y pertenecen al pasado.

Aceptamos que es más fácil apropiarse.


Alguna vez tuve pensamiento propio,

todavía creo que me queda alguno

de esos, pero no lo comparto:


Es la única forma de asegurarse

que nadie se lo apropie.


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