(Eleuterio York)
Un científico oriental
está desarrollando una investigación
que podría cambiar el mundo.
Su proyecto, apunta a aprovechar
todo ese tejido humano vivo que
produce una práctica muy difundida en
el mundo civilizado: la circuncisión.
Entiende que la vida de los prepucios
liberados de su función, o discontinuados
por la ablación, sea por uno u otro motivo,
no debería ser desaprovechada.
Con la tecnlología disponible, y el aporte
de los últimos descubrimientos sobre las
células madre, podemos obtener, a partir
de ese material excedente, otro recurso
natural de alto valor:
No se descarta la producción de ciertas
formas de vida subalterna, que podrían
ser de gran utilidad para el futuro.
No hay certezas sobre el futuro:
Algunos creen que esa práctica se
extenderá hasta que no quede ningún
incircunciso.
Otros avizoran que todas las ablaciones
de naturaleza cultural o religiosa, serán
cosa del pasado, una vez superados los
modelos extractivos.
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