(Luis Espejo)
Un homenaje a Leónidas Lamborghini
Como el que copia una forma,
una fórmula probada, y prueba:
a sabiendas que ha copiado.
Otros copiaron antes, piensa
para sí mientras se sirve de esa
fórmula apropiada para repetir,
para citar y parasitar.
Todo es copia, se justifica a sí mismo
evocando al autor de la fórmula
original: No se puede ser original,
hace mucho que dejó de haber
originales nuevos:
La novedad está en la reproducción
alterada, la distorsión. El mundo es
pura distorsión, y funciona.
Como esta fórmula que nos repite
y hace que cobremos sentido al repetir:
como ese, como ese: esa forma.
Hay que asimilar la distorsión
y devolverla multiplicada (reproducida)
El acopio por multiplicación
reformula las distintas distorsiones
y el valor de la propia reproducción.
Copio y obligo: Vuelvo a las fuentes,
a las raíces adventicias, a las patas de
las fuentes:
Vuelvo vencido, más viejo y acopiado.
Volver es repetir; copio y pego:
como ese, como ese: ese como (coma)
un como que vacila sin oposición
y avanza a sabiendas que es copia
de otra copia.
Como el que se formula a sí mismo
una respuesta idéntica, copiada de
preguntas que funcionaron y vencieron
y se asevera:
El acopio funciona, siempre funcionó.
Lo que funciona no se toca.
Como el que se toca y se vuelve a tocar
mientras escribe no se toca y se justifica:
es lo que me tocó.
Hay que reproducir, seguir reproduciendo
con la misma fe de origen: con esta fe,
acopiada en tiempo y forma.
Como el que copia a sabiendas
una fórmula probada, robada, oval
o circular y comprueba que funciona:
Cuando copio soy más original,
se justifica al comprobar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario