(Serafín Cuesta)
Un falso pseudópodo poético
puede echar a perder tu poema
de amor.
No romantices la pobreza de
recursos disfrazándola de humildad.
El amor a la posverdad, aunque sea
genuino, lo mismo que el amor a la
verdad son extensiones dudosas,
pseudópodos ajenos al amor.
Falso o verdadero, el amor es una
condición efímera que no emiten
los poemas.
El cuerpo del poema puede desplegar
todos sus miembros y prolongarse
en un pseudópodo difuso, proteiforme,
sin alterar ningún metabolismo.
Un poema de amor es siempre sospechoso
¿no es la prueba de que quien lo hizo, no
supo hacer otra cosa?
¿No sería más honesto poetizar sobre
el fracaso, sin recurrir al amor?
El fracaso puro y duro puede ser tan
poético como el metabolismo más
desarrollado.
Practica tu comercio natural con alegría,
como aconsejaba el rubio cantautor
romántico y popular, deseado por todas
las damas en edad de merecer o no,
antes de su caída fatal en el olvido,
por un error de cálculo.
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