(Aquino Lamas)
El pensamiento propio
hoy es bastante accesible.
Quienquiera que lo desee
y esté dispuesto a sacrificar
una parte de su tiempo, podría
disponer de alguno.
La evolución hizo que el pensamiento
se desarrollara sin pausa, y lo sigue
haciendo en direcciones cada vez más
diversas:
A medida que avanza, produce nuevas
divisiones como una ley natural.
Somos naturales a la división:
El volumen de pensamiento acumulado
excede en mucho las posibilidades
individuales, lo que significa, también,
una evolución en el concepto de libertad:
Hay otras ideas e interpretaciones, que
podrían tener tanto valor como las nuestras.
Todos somos libres de pensar todo,
pero nadie es capaz de pensarlo todo
en una sola vida.
Sin embargo, podemos apropiarnos
perfectamente de cualquiera de los
otros pensamientos existentes, lo que
luce más viable y sustentable, sabiendo
que es improbable que podamos pensar
algo que no haya sido pensado, y muy
probablemente con mejores resultados.
Por eso, las autoridades del pensamiento
global cuestionan la necesidad del llamado
pensamiento propio:
En algún momento pudo haber sido útil,
hoy es una pérdida de tiempo.
Hay cosas que son tan accesibles como
inútiles.
Si lo pensás bien
¿Para qué sirve volver a pensar lo ya pensado,
o beber lo ya bebido?
Mientras lo pensás, otros están brindando
por lo que obtuvieron, aprovechando las
oportunidades que dejaste pasar porque
pensabas.
No sé, pensalo: Lo que se repite se piensa
dos veces, decía el filósofo.
El pensamiento propio, tampoco va a diferenciarte
tanto de los demás, que hacen caso omiso y ni
piensan en diferenciarse.
Ellos no tienen diferencias y disfrutan lo que hay.
El pensamiento propio es accesible, pero pensar
es trabajoso y hay otras propiedades que desear,
mucho más interesantes.
¿Para qué querrías ser único?
Pensalo, evalúa costos y beneficios.
Consulta tu saldo.
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