(Carlos Inquilino)
El error consentido y consensuado
es un recurso de diseño para producir
nuevos sentidos que enriquezcan
el destino de las voces silenciadas.
Hay un silencio justo
y otro permitido,
como reza la respuesta
de la res recién sacrificada.
¿Quién podría decir esta vaca es mía?
Ni el toro en su rodeo, ni el espectador
experto, ni el mejor merodeador de
los nuestros.
No hay sangre ajena mientras la propiedad
es un derecho natural que en libertad
avanza.
Mediante el ensayo y el error
avanza a voluntad el mamífero superior.
Los pecados ya lavados están listos
para ser reeditados.
Sin conciencia no hay culpa ni pecado,
todos los errores provienen del pasado.
La mano corrobora lo que el codo
no borró.
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