(Tomás Mercante)
Lo que aceptas te transforma.
Lo que niegas o rechazas
te paraliza, y hasta puede
hacerte retroceder un casillero.
Hay que saber dónde se está
parado, y tomar precauciones:
Nunca aceptes un casillero
móvil; asegúrate de que esté
fijo y conserve su lugar.
No confíes en movimientos
dudosos, que no controlas y
son ajenos a tu voluntad:
Podrían llevarte a cualquier
parte y transformarte
en cualquier otra cosa.
Aceptar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario