(Manuel Santos Lupanares)
Existen muchas corrientes de
opinión. Van y vienen a una
velocidad opinable, se oponen
unas a otras, como nosotros,
sin una resolución satisfactoria:
Es difícil satisfacer a todo el mundo,
por eso hay tanto insatisfecho
haciendo cosas opinables.
Las corrientes de opinión siguen
su curso, algunas resisten al tiempo
sin más fundamento que el de haber
captado adeptos y creyentes, como
producto de la inversión.
La inversión es algo bastante opinable,
aunque es lo que mueve el mundo,
según los inversores:
Una afirmación tan dudosa como
el futuro de este mundo opinable.
Pero las corrientes de opinión circulan
con éxito. Algunas fracasaron varias
veces, pero se reconvierten y vuelven
con renovado impulso.
Hay corrientes paralelas, que llevan al
mismo destino aunque luzcan distintos
ropajes y se muestren antagónicas:
La opinión pública es lábil y mutante,
pero puede aceptar todo, si está bien
presentado:
La teoría de la economía circular, dice
que todo puede reciclarse ventajosamente,
y gana adeptos entre los consumidores, que
desean reciclarse para seguir consumiendo.
Es difícil acceder a un consumo racional,
selectivo, inteligente ante la abundancia
de la oferta y la sobreoferta de estímulos
opinables.
Hay cosas que no pueden evitarse, ni
reemplazarse como la experiencia propia.
Pentastoma, es el nombre que recibe
el gusano de la lengua, una infección
transmitida por serpientes:
No es fácil detectarlo, sus portadores suelen
mantener la boca cerrada para evitar el
rechazo a su lengua agusanada.
No comas, ni muerdas culebras. Todavía
tenemos bastantes sapos que tragar.
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