(Manuel Santos Lupanares)
Estaba empecinado en no empedernirse,
ya conocía esa experiencia y no quería
repetirla: Había fracasado domo una
piedra rasa.
Pero la asimilación del fracaso
difiere con el sujeto: Hay teorías
que fracasan y hay nociones como
pueblos que fracasan y no aprenden.
Hay distintas lecturas del fracaso, y otras
tantas teorías en desarrollo.
El fracaso es parte del desarrollo, afirmaba
un lector fracasado que ahora escribe poemas.
Otros sostienen que es mejor aprender
del fracaso ajeno: Pero la incorporación de
otras experiencias difiere con cada sujeto.
II
Observar el fracaso de un cuerpo ajeno
que vuelve a tropezar con la misma piedra,
puede ser una experiencia excitante.
Aunque hay otras repeticiones disponbles
que nos excitan más, como cuerpos y
sujetos.
Empedernirse en el fracaso no es tarea fácil,
pero tampoco imposible, salvo para una piedra.
Siempre hay alguien que arroja la primera
piedra, y otros dispuestos a imitarlo,
aunque fracase.
El fracaso de un cuerpo es aleatorio,
no altera nada que pueda verificarse
a ras del suelo, sobre el nivel del mar
o debajo.
Mucho menos el fracaso de un poema,
cuyo cuerpo es absorbido por el cuerpo
planetario sin dejar residuos.
Nadie sabe cuántos son.
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