(Aparicio Custom)
El hueso que te sobra
ahora zozobra,
como un mar fuera de uso.
¿Cuánto falta para dejar
de zozobrar?
Ni el mar lo sabe. No osa
preguntar por esas osamentas
ni responder por lo que hace
con los huesos de sus náufragos.
El mar estuvo siempre,
es anterior a nuestra penas
y zozobras y a todos los
naufragios y los restos fósiles
del tiempo acumulado.
Incluso es anterior a la palabra mar.
No sabemos cuánto sobra
en la estructura ósea que compartimos
con otros animales, en continua evolución:
Por ahora, contamos con el número
de huesos necesario y funcional.
Aunque en el curso de la filogénesis
histórica, descartamos varios:
Ya ni en el mar están.
Creemos que somos algo más
que una nómina de huesos, y siempre
hemos sabido encontrarle utilidad
a casi todo, incluso a nuestros propios
residuos patológicos.
Alguna vez, no tan lejana, convertimos
huesos en instrumentos musicales.
Tanto daba que hubieran sido nuestros,
de un pariente o de algún exoesqueleto.
También fabricamos polvo de huesos,
aprovechando sus propiedades nutritivas
para nuestras mascotas.
La evolución no se detiene.
El posible que en el futuro
necesitemos menos huesos,
o tal vez ninguno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario