(Horacio Ruminal)
Un fracaso oportuno
me libró de algo peor.
¿Y qué?
Diría un provocador
¿Acaso no sabíamos que siempre
puede haber algo peor?
Los provocadores sólo cumplen
su función: algunos tienen éxito,
otros fracasan.
Pero no existe el fracaso absoluto,
es otro engaño de los provocadores.
A veces necesitamos que nos provoquen
para reaccionar, y reconocer:
¿Acaso no sabíamos que siempre
puede haber algo peor?
Sí, se puede. Podemos estar peor,
siempre se pudo: La historia lo confirma
y la experiencia lo corrobora.
Sería una necedad no aprovechar este
conocimiento útil.
Agradezcamos al fracaso, reconozcamos
a los provocadores.
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