(Ricardo Mansoler)
Este estuche tiene su valor,
un valor aproximado:
es único entre el género de
valores específicos.
Su contenido lo hace más valioso
que un simple estuche como otros.
El hombre reconoce su estuche
por sus cualidades externas y
por lo que representa:
Lo reconoce, lo valora, sabe
que en él hay algo más valioso.
No importa la procedencia del valor,
es propio de cada uno establecer o
adjudicar valor:
Todos tenemos nuestros propios
valores hasta que se demuestre
lo contrario.
¿Qué es lo contrario al valor?
¿Te resultó útil esta pregunta?
¿Lo contrario es un valor de signo opuesto?
II
El hombre contempla ese objeto propio:
El hombre se reconoce en su estuche.
Sabe que contiene un valor, atesora
ese estuche que supo conservar y para
otros no tendría valor alguno.
El hombre y el estuche se unen en un punto:
Uno es otro estuche.
La memoria conserva registros útiles
e inútiles por igual, no sabe separar valores;
sólo agrega: Todos tenemos un costado
inútil, aunque no lo aceptemos ni percibamos,
y no somos simétricos.
III
El hombre y el estuche se reconocen
en una propiedad recíproca: se saben
necesarios para mantener el valor
de esta relación.
El estuche tiene un compartimiento secreto;
el hombre lo respeta: no sabe qué hay ahí
(Podría ser algo más valioso, incluso
que el propio estuche)
Tal vez nunca lo sepa.
El hombre reconoce que hay ciertas cosas
que más vale mantener en secreto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario