(Amílcar Ámbanos)
Un hombre pasa con un panal
al hombro
No: un panal puede
ser peligroso si no está desocupado
(la desocupación es una buena inversión;
habría que obtener consenso de ocupantes,
ocupados y ocupadores)
Un hombre pasa con un fan al hombro…
No: Si bien todo hombre merece tener un
fan o al menos un seguidor, son difíciles
de hombrear.
Un hombre pasa con un flan al hombro…
Podría funcionar, pero es trabajoso
sostener un flan con un solo hombro.
¿Cuántos flanes necesita un hombre?
Depende: un hombre de buen pasar, es decir
un hombre de bien puede necesitar
un número considerable.
A propósito ¿Tenés flanes para el futuro?
Descartados fanes, flanes y fanales
hay que cambiar de objeto
para mantener el plan:
Un hombre pasa con un plan al hombro…
Es más verosímil hombrear un plan
que otros sustantivos más dudosos,
riesgosos o improbables, pero el poema
estaría expuesto a ser tachado de planero.
El hombre bien podría pasar como si nada
y encogerse de hombros sin ninguna carga
ni descarga.
Ya pasó…
El hombre pasa,
con sus planes y sus penas,
como ese pan hombreado y triste
del pasado que sigue pasando.
La carne es aún más triste:
Es mejor enarbolar un pan
para salir del paso:
Un hombre pasa con un pan al hombro…
Pero ésto ya pasó en un poema memorable,
e incluso en éste, dudoso como malversación
apócrifa…
Aunque el hombre no es el mismo,
ni su hombro.
¿Lo es su destino?
Un hombre pasa con un pan al hombro
¿es un pan nuevo? ¿es otro pan?
¿es más fresco el hombre que su pan?
Contemos nuestros hombros,
hagamos un paneo: ¿Cuántos son
los hombres que no nombro?
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