(Periferio Gómara)
Me dormí del lado equivocado.
Cuando lo advertí era tarde, ya
había completado un mal sueño.
Corregí la posición, adoptando
la correcta mientras procuraba
relajarme y olvidar:
Hay sueños que no son lo que
esperamos y merecen el olvido,
sin contemplaciones.
Me concentré en la respiración
consciente, dándome un tiempo
para expulsar la resaca del mal sueño.
La respiración consciente renueva
la energía, a partir de la relajación:
Consiste en controlar los movimientos
funcionales, incorporando una simetría
artificial al ritmo:
Sus cuatro tiempos deben durar lo
mismo. Es cuestión de práctica, lo
aprendí hace años en un curso de yoga
que luego abandoné: No era lo que
esperaba.
Me llevó un tiempo abandonarme a la
relajación consciente y volver a conciliar
el sueño, pero creo haberlo conseguido y
descansado sin sobresaltos.
Me despertó la voz altisonante
de un vendedor ambulante
de megáfonos.
Ahí me levanté, era bastante tarde.
Noté que me había levantado del
lado equivocado, pero ya era tarde:
Lo que encontré no era lo que esperaba.
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