(Serafín Cuesta)
Empuño una lapicera:
La lapicera es una prolongación
de la mano, con ella prolongamos
el pensamiento en el espacio físico
y queda registrado en el papel:
No importa la calidad del pensamiento,
todo puede registrarse y permanecer
prolongando la existencia del pensamiento
bueno o malo, por un tiempo indefinido.
No hay necesidad de definirlo todo:
La falta de definición es parte de la vida,
algo que todavía no pudimos definir.
Pronto desaparecerán los manuscritos,
no habrá necesidad de escribir a mano
ni de educar manos en la escritura.
Ya hoy, casi nadie lo hace y la letra
cursiva es un anacronismo.
Hemos sabido desarrollar prolongaciones
de casi todo lo posible y no está dicha
la última palabra.
Hace mucho, la púa reemplazó a las uñas
del guitarrista o guitarrero, con algunas
ventajas.
La uña es una prolongación de los dedos:
prolongaciones de la mano, que es una
prolongación del codo, que articula la
prolongación del brazo, miembro superior
y prolongación del cuerpo, que es una
prolongación de tu celular.
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